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domingo, 26 de julio de 2009
En la palestra de desconocidos buscó a su lado el calor
y simulando mojarle el oído le besó el cuello y le digo
Me gustas tanto quisiera aprenderme tu nombre
me gustas tanto que no sé por donde voy.
Me le acerqué suspicaz y le tendí un anzuelo
vamos a fumar un porro ahí.
Me gusta verte reír , me gusta tanto tu coqueteo
me gustas tanto quisiera aprenderme tu nombre
me gustas tanto que no sé por donde voy.
Tengo una idea, no me hables de ti y
mucho menos de tu pasado
algo en tus labios color carmín
sugiere que vayamos al grano.
Oh! la alegría llegó
la alegría llegó y sé que no dura para siempre.
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